Sepa defender su fe - 4ª parte
La fuerza del mal está en las dudas. Cuando se eliminan las dudas, la fe se manifiesta de manera sorprendente. Vaciarse de dudas es, por lo tanto, llenarse de fe. La fe está dentro de usted, pero la acumulación de información secular puede obstaculizar su acción.
”…sed llenos del Espíritu.” - Efesios 5:18
El secreto para vivir por la fe está en alimentarse constantemente de los pensamientos de Dios. Llenarse del Espíritu significa abastecer la mente y el corazón con las verdades contenidas en Su Palabra. Las dudas generan miedos, preocupaciones, ansiedades e incluso depresión, que afectan la salud física y espiritual.
Por otro lado, la fe verdadera es inteligente y racional, capaz de evaluar todas las cosas bajo la mirada de Dios. Sin embargo, la fe también es algo estrictamente personal. El apóstol Pablo aconseja a los cristianos ser bien definidos en su opinión o creencia:
“Uno juzga que un día es superior a otro; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente.” - Romanos 14:5
Para eliminar cualquier duda, es esencial no fijarse en la fe de los demás. Cada persona tiene su propia fe y debe seguir adelante con confianza. Si alguien tiene fe para comer carne y otro prefiere solo legumbres, que cada uno siga su convicción sin juicio.
Lo importante es mantenerse firme en la propia fe sin interferir ni criticar la experiencia ajena. Si alguien elige ser vegetariano, que así sea; si no, también debe ser respetado.
Muchos cristianos sinceros terminan siendo influenciados por las opiniones de otros sobre algún asunto que les concierne. Esto suele generar conflictos innecesarios, como buscar problemas donde no existen y poner la propia fe en confrontación con la del prójimo.
No obstante, el apóstol Pablo también nos enseña:
“Aceptad al que es débil en la fe, pero no para juzgar sus opiniones. Uno tiene fe en que puede comer de todo, pero el que es débil solo come legumbres. El que come no menosprecie al que no come, y el que no come no juzgue al que come, porque Dios lo ha aceptado.” - Romanos 14:1-3
La fe debe ser una experiencia personal, basada en la Palabra de Dios y no en debates, imposiciones u opiniones externas. La fe viene por el oír la Palabra de Dios y no por las opiniones de terceros.
“Así que la fe viene del oír, y el oír, por la palabra de Cristo.” - Romanos 10:17
Por lo tanto, vigile sus oídos ante palabras de duda, sin importar su origen. Afianzar su fe e inteligencia en lo que está escrito en las Sagradas Escrituras es la herramienta más eficaz para combatir las dudas y defender la fe.