Antes de llegar a la iglesia, mi vida estaba completamente destruida, ya que en mi casa había muchos problemas, miseria, vicio, había enfermedades. Uno de mis hijos fue víctima de brujería eso ocasionó que cayera grave, él no comía, no abría los ojos, no hablaba, estaba muriendo lentamente. Y los médicos no encontraban la causa de su estado de salud.
En ese tiempo, cuando mi hijo estaba agonizando, fue cuando llegó una vecina a invitarme para ir a la iglesia, me dijo que para él había una esperanza, que confiara en Dios. Solo que yo no creía en Dios, no sabía nada de Dios porque yo era una persona alcohólica.
Ignoré la invitación y continué con mi sufrimiento pero, llegó un día en que me recordé de las palabras de mi vecina cuando ella me dijo que para Dios no había nada imposible.
En medio a la angustia, decidí recurrir al auxilio de Dios. Perseverando en la fe Dios curó a mi hijo, me liberó de los vicios, restauró toda mi familia.
Yo le recomiendo a esta persona que quizás está pasando por los mismos problemas que yo pasé, venga a la Iglesia de Vida Nueva y su vida va a ser transformada por su fe.
