Un nuevo ensayo clínico sugiere que elayuno intermitente no sólo sería eficaz para perder peso, sino que podría tener un impacto positivo en el cerebro.
Científicos del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA Plataforma BIONAND), en España, observaron mejoras cognitivas en personas con obesidad tras seguir un esquema de ayuno en días alternos (ADA) durante tres meses. Los resultados, publicados en la revista Gut, mostraron cambios en la microbiota intestinal, reducción de marcadores inflamatorios y efectos favorables sobre funciones como la memoria, la atención sostenida y el control ejecutivo.
Qué evaluó el nuevo estudio sobre ayuno y cerebro

La investigación incluyó a 96 adultos con obesidad, divididos aleatoriamente en tres grupos: uno recibió una dieta mediterránea hipocalórica, otro una dieta cetogénica, y el tercero realizó ayuno intermitente en días alternos. Este último consistió en alternar jornadas de alimentación habitual con días de restricción calórica severa.
Durante las 12 semanas que duró el ensayo, los participantes fueron sometidos a pruebas neuropsicológicas, análisis de microbiota intestinal, evaluación de marcadores inflamatorios en sangre y estudios de laboratorio con células microgliales derivadas de su sangre. Los investigadores también trasplantaron la microbiota de los participantes a ratones, para ver cómo influía en el cerebro y en la respuesta inflamatoria.
Resultados del ensayo clínico y hallazgos clave

Aunque los tres grupos lograron una pérdida de peso similar (alrededor del 7% del peso corporal), los mayores beneficios cognitivos se registraron en el grupo que practicó el ayuno intermitente. En particular, mostraron una mejora superior en pruebas de memoria de trabajo, velocidad de procesamiento y control ejecutivo.
Además, el grupo ADA experimentó una reducción significativa de marcadores proinflamatorios, como la ferritina y la proteína MCP-1, así como una profunda remodelación de su microbiota intestinal. Aumentaron los microorganismos productores de butirato, un ácido graso de cadena corta con efectos antiinflamatorios y neuroprotectores, y disminuyeron aquellos vinculados con neurotoxicidad y procesos inflamatorios crónicos.
Qué patrones alimentarios se consideran sostenibles
Las especialistas consultadas por Infobae coincidieron en que los planes más efectivos son aquellos que pueden sostenerse a largo plazo, sin rigidez ni modas pasajeras. Para Katz, “la mejor opción es comer regularmente, de acuerdo con la cultura alimentaria de cada uno”. En tanto que Aguirre Ackermann advirtió sobre el peligro de generalizar: “Hay un montón de gente que necesita desayunar a la mañana, y generalizar hace que muchas veces la gente intente entrar dentro de un corsé”. Y concluyó: “La clave es personalizar el tratamiento. Centrarnos en la persona y en sus objetivos”.
