El reconocimiento oficial de la enfermedad abre el camino a nuevos estudios, diagnósticos más precisos y tratamientos más adecuados.
Aunque descrita hace más de 70 años como diabetes relacionada con la desnutrición, esta enfermedad fue considerada “inclasificable” durante muchos años debido a la falta de criterios precisos.
Durante décadas, la diabetes tipo 5 se denominó diabetes tropical, por ser más frecuente en países tropicales, y diabetes tipo J, porque el primer caso se describió en Jamaica en 1955. Sin embargo, con el avance de la investigación en poblaciones vulnerables, recientemente la Federación Internacional de Diabetes (FID) la denominó definitivamente diabetes tipo 5.
Con el reconocimiento y clasificación de la enfermedad, la IDF anunció la formación de un grupo de trabajo que, durante los próximos dos años, desarrollará pautas formales de diagnóstico y tratamiento para la enfermedad.
¿Por qué ella es diferente?
Esta forma de la enfermedad se diferencia de las más conocidas porque no es autoinmune, como la de tipo 1, ni está relacionada con la resistencia a la insulina típica de la obesidad, como la de tipo 2. Se origina por la desnutrición y causa un subdesarrollo del páncreas, que afecta tanto a la parte endocrina (productora de insulina) como a la exocrina (enzimas digestivas). Los síntomas aparecen de forma insidiosa y evolucionan durante meses o años.
Inseguridad alimentaria
Debido a su estrecha relación con la desnutrición, la diabetes tipo 5 es más común en países de ingresos bajos y medios, lo que constituye una advertencia para los gobiernos sobre las enfermedades metabólicas causadas por el hambre. La inseguridad alimentaria requiere políticas públicas que integren eficazmente la salud, la educación y la asistencia social.
Según la Sociedad Brasileña de Diabetes, aún no hay datos sobre la enfermedad en Brasil, no porque no esté presente, sino porque, posiblemente, los pacientes son diagnosticados como portadores del tipo 1, ya que las dos variantes son similares.
La médica integrativa Wandyk Allison, con posgrado en endocrinología, destaca que el reconocimiento oficial de la diabetes tipo 5 facilita el diagnóstico temprano, orienta la investigación y las políticas públicas y da una justificación clínica para ofrecer ciertos materiales o recursos de manera diferente a un grupo de pacientes.
Obtenga más información sobre este tipo de diabetes en la siguiente infografía.
